Thursday, September 18, 2025

La situación de las ONG bajo un régimen político autoritario

 

La situación de las ONG bajo un régimen político autoritario

 

Luis Julián Salas Rodas

Sociólogo

Universidad Pontificia Bolivariana

Especialista y Magíster en Ciencias Sociales

Universidad de Antioquia

Magíster en Ciencias de la Educación: Opción Desarrollo Social

Universidad París XII

Luijus34@gmail.com

@LuisJulianSalas

Blogs en Google: Familia y otros; Juntas Directivas ONG; ONG Gerencia social

Medellín – Colombia

 

 

Debemos al filósofo alemán Friedrich Hegel (1770 – 1831) la teoría de la relación dialéctica entre el Estado y la sociedad civil. Para Hegel el Estado representa el Espíritu y la Razón, el encuentro entre la libertad individual y los requerimientos de la comunidad. El Estado es el dominio de los intereses comunes mientras que la sociedad civil, en especial, la familia de los intereses particulares, privados, de las amistades, los compañeros/as, colegas y vecinos. La sociedad civil, según Hegel, es un sistema de necesidades sustentado en la propiedad privada. La sociedad civil está subordinada al Estado. Es de aclarar que el Estado que propone Hegel no es el Estado autoritario sino, como ya dijimos, el Estado donde priman el Espíritu y la Razón como bien supremo de la humanidad.

El profesor Lester Salamon, investigador, profesor y escritor estadounidense de la universidad Johns Hopkins, quien dirigió el estudio: La sociedad civil: las dimensiones del sector no lucrativo definen la sociedad civil como: la parte organizada de la ciudadanía que, con objetivos comunes, busca influir en la esfera pública. A través de sus organizaciones la sociedad civil promueve intereses y valores, jugando un papel crucial en la vida democrática. (Google). Para el profesor Salamon debe existir vínculos y relaciones en tres esferas, a saber: El Estado, que representa el poder político, la empresa privada que representa el poder económico y el sector social, también llamado Tercer Sector, que representa el poder de la solidaridad.  Para entenderlo de una manera mas simple e ilustrativa pensemos en tres círculos que se interceptan; cada círculo representa un poder mientras que la intercesión es el espacio del encuentro, de los vínculos, relaciones y alianza de los tres sectores. Es de anotar que para el profesor Salamon el sector social es entendido como el sector no lucrativo. Aunque él no habla de sociedad civil podemos asumir que la suma de la empresa privada y el sector social configuran la sociedad civil. En el Estado los funcionarios públicos solo pueden hacer lo que la ley les permite, mientras que en la sociedad civil las personas pueden hacer todo aquello que la ley no lo prohíbe. Esta diferencia es fundamental para comprender los alcances y límites que las personas y las organizaciones tienen al hacer parte de un Estado y una sociedad.

En los países de régimen político democrático el sector social está conformado por numerosas organizaciones no gubernamentales y sin ánimo de lucro constituidas por el derecho a la libertad de expresión y libertad de asociación. La misión y el objeto social de estas organizaciones es contribuir al desarrollo y bienestar de la población mediante el ofrecimiento, apoyo, acompañamiento y fortalecimiento para una mejor inclusión y calidad de vida.

Al hacer parte de un Estado democrático de derecho las organizaciones del sector social respetan y acatan la ley. Esto significa que se someten a la inspección, control y vigilancia por parte de funcionarios y entidades autorizadas. Los incumplimientos legales y malas prácticas pueden conllevar el cierre y la perdida de la personería jurídica. En un Estado democrático las organizaciones sin ánimo de lucro, ESAL, pueden contratar la ejecución de programas de las entidades gubernamentales contempladas en sus planes de desarrollo. Pueden, también, realizar convenios de asociación con el Estado y entes públicos territoriales, departamentos, distritos y municipios, para aunar esfuerzos en la realización de proyectos de interés común. Participan, además, en el diseño, formulación e implementación de políticas públicas, así como de mesas de trabajo con el sector público. Al hacer parte de un Estado democrático las ONG y las ESAL pueden acudir a los tribunales de justicia cuando consideren que sus garantías e intereses están amenazados. En muchos Estados su constitución política demanda de hacia ellas acciones de promoción y protección. El sector social es la manifestación de la diversidad y pluralidad de una sociedad. La democracia es, pues, el entorno más adecuado y habilitante para la creación, crecimiento y desarrollo de las  ONG y las ESAL.

En oposición a los Estados de régimen político democrático están los Estados con un régimen político autoritario. Estos regímenes se caracterizan por el recorte de la libertad de los derechos civiles de la población. Violan, no respetan los Derechos Humanos y la separación de poderes. Imponen la censura a los medios de comunicación y a las redes sociales. Eliminan o restringen el pluralismo político, persiguen y encarcelan a los dirigentes y activistas de la oposición. Prohíben o limitan la movilización de ciudadanía en las calles, espacios públicos. Sus dirigentes políticos tienden a perpetuarse en el poder mediante reformas constitucionales. Tratan y logran imponer su voluntad e intereses sobre todo el conjunto de la sociedad. Conciben y ejercen la autoridad de forma absoluta reprimiendo toda expresión contraria a su ideología e intereses. Llenan las cárceles de presos políticos. En un Estado autoritario hay abuso de autoridad, centralización del poder en un partido único, se suprimen libertades individuales y exige, mediante el miedo y la coerción obediencia y sumisión en cuanto a sus decisiones. Un régimen político autoritario puede darse tanto en países con países con partidos políticos predominantes ya sea de izquierda o de derecha. Ejemplos de países con un régimen político autoritario: China, Cuba, Nicaragua, Venezuela, Rusia, Bielorrusia, Corea del Norte, Turquía, El Salvador, Afganistán, e Irán.

Como puede apreciarse es muy distinta la situación del sector social y sus organizaciones entre un Estado democrático y un Estado autoritario. Para este tipo de Estado el sector social es percibido como una amenaza, una resistencia a su voluntad de regir y controlar la pluralidad y todos los aspectos de la sociedad. De ahí que acuda al cierre y marchitamiento del sector social y por ende de la sociedad civil. Un caso patético es el de Nicaragua donde la dictadura de presidente Daniel Ortega y su esposa han clausurado y confiscado los bienes de más de 5.500 ONG y ESAL, entre ellas la Cruz Roja y las organizaciones dependientes de la iglesia católica y comunidades religiosas. Y las organizaciones que aun quedan están obligadas a ejecutar solo los  programas y proyectos que el gobierno les ordene, limitando así su iniciativa y propia gestión.

La deriva autoritaria es la denominación que los politólogos han dado en llamar a la tendencia de un cambio profundo de ciertos Estados en la gobernabilidad de sus sociedades. Valiéndose de instituciones democráticas como las elecciones los políticos populistas acceden al poder para luego hacer reformas e intervenciones de corte autoritario que restringen o suprimen leyes e instituciones democráticas. La deriva autoritaria es una amenaza real para la existencia de las ONG y las ESAL y en su conjunto el sector social. En un país como Estados Unidos que se precia de ser paradigma de la democracia asistimos, perplejos e indignados, a la deriva autoritaria del presidente Donal Trump cuya política es imponer su ideario ultraconservador a estamentos tan importantes como las universidades, así como la supresión de USAID la agencia de cooperación internacional que ejecutaba programas económicos, sociales y humanitarios en muchos países del mundo mediante convenios con otros Estados, ONG Y ESAL.

Las decisiones más importantes que toma una sociedad son de índole política. Si la sociedad se confunde y toma en las urnas decisiones equivocadas, asume el riesgo y de ser gobernada por un presidente populista autoritario, que hará todo lo necesario por perpetuarse en el poder. Ante este peligro real, la sociedad civil de esos países debe de tomar conciencia, expresarse y movilizarse, tanto presencial como en las redes sociales junto a las familias y comunidades, para ofrecer resistencia a los intentos de restringir la democracia y clausurar sus organizaciones.  

La riqueza de la naturaleza reside en su biodiversidad. La riqueza de una sociedad lo es en su sociodiversidad. Una sociedad con una sociedad civil limitada y débil pierde su pluralidad, su diversidad, su capital social, institucional y relacional, empobreciendo la vida personal, social y comunitaria, donde cunde el miedo y la desconfianza ante el Estado autoritario. Esperamos, abrigamos la esperanza que el modelo de la deriva autoritaria no se extienda a más países democráticos por el bien y futuro de sus poblaciones.

       

Saturday, April 05, 2025

El encargo fiduciario entre los socios y socias de una ESAL

 

El encargo fiduciario entre los socios y socias de una ESAL u ONG

 

 

Luis Julián Salas Rodas

 

Sociólogo

 

Universidad Pontificia Bolivariana

 

Especialista y Magíster en Ciencias Sociales

 

Universidad de Antioquia

 

Magíster en Ciencias de la Educación: Opción Desarrollo Social

 

Universidad París XII

 

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  El psicólogo y psicoanalista sueco Erik Erikson (1902 – 1994) estableció 8 etapas psicosociales del desarrollo humano. La primera etapa la denominó Confianza versus Desconfianza, la cual se da en el primer año de vida de los seres humanos. El recién nacido llega a un mundo extraño, desconocido, que le genera miedo y temor. El llanto es una expresión de esas primeras emociones. El bebé, para avanzar en su desarrollo, debe ir dejando la desconfianza, el miedo y los temores de su entorno y empezar a confiar en las personas y el mundo que lo rodea. Para que ello sea posible es menester, muy importante que la madre, o quien haga sus veces, le proporcione amor, afecto, ternura, caricias y atienda, además, sus necesidades materiales de alimento, abrigo, sueño, baño, aseo. El bebé es un ser dependiente, en un todo y por todo, pues no puede valerse por sí mismo, saber, sentir que es amado y cuidado. Solo así va dejando la desconfianza y va adquiriendo confianza y seguridad. Afirmaba Erikson que cuando, por diversos motivos, se instalaba la desconfianza sobre la confianza, el niño/a adquiría, de por vida, una actitud y una disposición a desconfiar de sí mismo y los demás tanto en sus relaciones sociales como en sus vínculos afectivos.

 La confianza entendida tanto como una virtud personal como pública se convierte, por así decirlo, en el “pegamento” que hace posible la integración, la cohesión social. La confianza puede definirse como aquella expectativa que se establece entre las partes para cumplir los pactos, los acuerdos convenidos, ya sea escritos o de palabra. En caso de incumplimiento de una de las partes se aplican las garantías respectivas. Traicionar o abusar de la confianza otorgada es un grave atentado en la continuidad de una amistad, un amor, un negocio, una autoridad, un acuerdo. Cuando, por diversos motivos o razones, se pierde  la confianza resulta muy difícil, en ocasiones imposible, restaurarla.  

 El sociólogo y politólogo estadounidense Robert Putnam define el Capital Social: como un conjunto de características de la organización social, presente en las estructuras de relaciones interpersonales e intersectoriales de una sociedad en forma de normas, redes de relaciones interpersonales y de confianza. (Capital social: premisas, problemas y perspectivas. Carolina Corao. Https://ve.scielo.org).

 El Capital Social presente en una sociedad tiene por fin facilitar la participación la cooperación, colaboración y coordinación de proyectos, programas, alianzas y actividades conjuntas de mutuo beneficio que permanecen en el tiempo.

 En el derecho mercantil el encargo fiduciario: es un acuerdo en el que se le confía a una entidad fiduciaria la administración de bienes o dinero de manera temporal. El objetivo es cumplir con una finalidad determinada. (Google). Las Entidades sin Ánimo de Lucro, ESAL, y las Organizaciones No Gubernamentales, ONG, pertenecen la denominado Tercer Sector o Sector Social cuyo propósito es aportar al bienestar y el desarrollo social, económico y cultural de grupos, familias y comunidades, revertiendo los excedentes financieros, si los hay, al cumplimiento de sus misiones institucionales. Para dicho cumplimiento estas entidades necesitan generar ingresos y construir y fortalecer un patrimonio. Los activos y el patrimonio de una ESAL o de una ONG no pueden ser repartidos a sus socios/as en caso de una liquidación. Ellos deben ser transferidos, por determinación de los estatutos, a otra entidad similar.

 ¿En que consiste, pues, el encargo fiduciario en una ESAL U ONG? Consiste en que el Estado y la sociedad ponen al cuidado de los socios/as la custodia, la vigilancia del cumplimiento tanto del objeto social como de la misión institucional, así como del patrimonio y los activos pertenecientes a la entidad. Ello se refrenda, se cumple en la aprobación o no tanto del informe social como de los estados financieros, previo dictamen de la revisoría fiscal. El Estado y la sociedad depositan en los socios/as la confianza, la fe, de que procederán siempre con honestidad, transparencia y debida diligencia en la supervisión de los actos y decisiones tomadas tanto por la junta directiva como por la dirección ejecutiva. En caso de que estas instancias obren contario a la Ley, los estatutos, reglamentos o Código de Gobierno Corporativo, si lo hay, es deber, obligación de los socios y socias convocar a los dignatarios de la organización a responder y rendir cuentas en una asamblea extraordinaria. Si no lo hiciere, la oficina de Inspección, Control y Vigilancia de las Entidades Sin Ánimo de Lucro, del departamento respectivo, puede intervenir mediante denuncia ciudadana o a mutuo propio; también lo puede hacer la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales DIAN. Ambas pueden aplicar sanciones administrativas y la primera tiene la potestad de cancelar la Personería Jurídica de la entidad investigada. 

 Los socios y socias de una ESAL u ONG tienen el poder de crear o liquidar, mediante una asamblea y el cumplimiento de requisitos legales, las entidades de acuerdo a circunstancias particulares. Este poder no lo tiene ni la dirección ejecutiva, ni la junta directiva.

 Es de anotar que el encargo fiduciario de un socio/a no se limita a ser convocado y participar en las sesiones, ordinarias y extraordinarias, de la asamblea para completar el quorum deliberatorio reglamentario. Todos los socios/as, si así lo desean, tienen, por derecho propio y estatutario, la facultad y la oportunidad de aspirar, de hacer parte de los estamentos directivos, de los comités y comisiones que tenga establecido la organización. No puede ser que por decisiones de la junta directiva o de la dirección ejecutiva se privilegie la participación de unos socios/as y se excluya a otros/as.

 El dar el consentimiento, ya sea por escrito o en forma oral, de pertenecer a una ESAL u ONG como socio/a, o de hacer parte de la junta directiva implica una responsabilidad legal y ética ante el Estado y la sociedad. El hecho de ser voluntario, sin retribución económica, no lo exime. En el caso de aceptación a la junta directiva se debe firmar un documento ante la Cámara de Comercio formalizando la misma. Al hacerlo asumen las condiciones legales impuestas por el Código de Comercio por acción u omisión frente a decisiones que hayan afectado el funcionamiento y la sostenibilidad de la organización, implicaciones que pueden afectar el patrimonio y situación financiera del asociado.

 En consecuencia, no es un favor, una deferencia que una persona natural hace a la invitación de la entidad de pertenecer a ella. Desafortunadamente muchas ESAL y ONG no tienen procesos y protocolos de inducción a los nuevos socios/as acerca de los derechos y obligaciones que implica la aceptación del encargo fiduciario. Dicha omisión suele acarrear que el nuevo socio/a asuma una posición pasiva ante los programas, proyectos y actividades de la entidad. Es responsabilidad de la junta directiva y de la dirección ejecutiva procurar su participación de acuerdo a sus conocimientos, experiencias e intereses. Ello implica, además, mantener canales y medios de comunicación, en forma regular, de las actividades y eventos de la institución. Es muy importante que el socio/a se sienta motivado, reconocido por sus aportes a su buena marcha en el cumplimiento de la misión institucional.